domingo, 2 de noviembre de 2008

La maleta permanece inmóvil en mi habitación. Tan sólo por casualidad, pero como si de una señal se tratase...Quiero escapar, pero no se muy bien de qué. ¿Miedo?, creía ser capaz de controlar mi camino, aquello que me rodea y que define mi vida. Pero no se puede, y tampoco puedo guardar mis sentimientos...¡Una mera orgullosa! dirán. Desde mi cama se ve todo diferente...quiero seguir durmiendo, feliz, ajena al mundo real que me rodea pero el mundo onírico me recuerda, sin embargo, una y otra vez el crimen de habernos conocido....despertando en mi lo que estaba dormido. Una espiral en la que no sé realmente si entraste, (siempre noté más las ausencias)... “déjame entrar por tu ventana directo a tu cama y sigue durmiendo que si abres los ojos yo me iré corriendo, y deja que me cuele por entre tu ropa para no tener frío, cuando el sol nos queme tu despertarás y ya me habré ido”

1 comentario:

Bustamante Matías dijo...

No deshagas la maleta nunca. Así estarás preparada por si algún día hay que salir corriendo.